jueves, 8 de octubre de 2009

La aventura de ser docente

El llegar a ser maestro dentro del nivel medio superior, en mi caso particular, fue accidental, como el de muchos otros de mis compañeros con los que labora en mi institución; al principio entre con un temor, como el que experimentan los estudiantes cuando los pasamos al frente del salón, para que expongan un tema, están nerviosos, temerosos de equivocarse y que los compañeros se burlen de ellos, les sudan las manos y todo el cuerpo, se mueven de un lado a otro haciendo una infinidad de cosas para sentirse cómodos; es difícil llegar, el día que iniciamos en esta aventura, sin más herramientas que el valor y los conocimientos que traemos de ciertas materias, pero al paso de los años por interés propio nos hemos superado.

Con el tiempo, el quehacer docente que desempeño ha ido mejorando, sin embargo se presentan algunos baches en el camino, malestares con los directivos, compañeros y hasta con los propios alumnos. Después de haber leído “la aventura de ser maestro” entiendo el origen de mis problemas que tenía en mí trabajo, pues al inicio uno carece de conocimientos pedagógicos y psicológicos educativos, entonces el proceder en nuestra impartición de la materia o asignatura le faltan esos elementos tan importantes para que nuestros alumnos adquieran los conocimientos con mayor eficiencia y que sean significativos para ellos. Me doy cuenta de que al llegar a ser docente adquirí una gran responsabilidad ante la sociedad y sobre todo con mis estudiantes, así que mi labor debe ser basada en las necesidades que ellos tengan para incorporarse a esa sociedad que demanda buenos ciudadanos.

El conocimiento que les brindamos a nuestros jóvenes, es meramente científico y nos hemos olvidado que ellos tienen que enfrentarse a problemas de la vida cotidiana, por tal motivo el maestro, desde mi perspectiva, debe comunicar a sus alumnos de los problemas más comunes a los que se enfrentara en un futuro no muy lejano, después de que egrese de nuestro plantel o más allá aún; comentarles de las posibles soluciones que les pueden dar a esos problemas.

Sin embargo se sigue careciendo de muchas cosas en las instituciones, tanto materiales como humanas, que hacen que el docente tenga que multiplicar sus actividades en las escuelas. Eso ocasiona que el maestro no de una educación de calidad como se espera que sea.

Desde que estoy en la educación he escuchado que los alumnos que llegan a la secundaria vienen deficientes en esto y en lo otro, y que los que llegan al bachillerato están mal en esto y lo otro. Nuevamente gracias a la lectura he comprendido que esto, más que un mal, es un reto para el mentor que debe de enfrentar con todo el valor, como nos enfrentamos por primera vez que estuvimos parados frente a un grupo de jóvenes exigiendo conocimiento.

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